CHERNOBYL

 Al norte de la actual Ucrania, a 16 km de la frontera con Bielorrusia, existe una localidad que pasó de ser hogar de 14 mil personas, a convertirse en una ciudad fantasma. Tendrán que pasar miles de años, antes de ser de nuevo habitable.


La ciudad de Prípiat era el asentamiento de los trabajadores de la central nuclear “Vladimir Ilich Leninque” una de las centrales más importantes de los años 80, situada cerca de la ciudad de Chernobyl.

El 26 de abril de 1986, se produjo el accidente nuclear más grave de la historia, debido a la explosión de uno de sus reactores. Este accidente, fue ocasionado por una cadena de fallos en los sistemas de seguridad. Ese día se realizaba un simulacro en el corte eléctrico, para observar el comportamiento de uno de los reactores con poca energía. Lo que en principio era un simulacro rutinario, se convirtió en el comienzo de una gran pesadilla. El simulacro fue normal hasta que se produjo un apagón en una de las plantas, lo que hizo que el éste se retrasara hasta la noche. El primer fallo fue que los trabajadores del turno de noche no tenían formación específica sobre estos problemas. Uno de los reactores tuvo una reducción en su potencia y se desactivó de forma temporal y aunque los trabajadores lo pudieron estabilizar, sobre la 1:24 horas de la noche el reactor sufrió una acumulación de hidrógeno en su interior provocando dos explosiones, la primera explosión fue 500 veces mayor que la provocada por la bomba atómica de Hiroshima en 1945. El vapor que produjo esta primera explosión hizo que explotara el hormigón del techo y la segunda empeoró esta situación. Dos personas fallecieron en el acto y la radiación se liberó muy rápidamente.

Tras el accidente se acordonó sólo una zona de seguridad de 30 km y no se evacuó a la población de estas zonas hasta transcurridas 36 horas de las explosiones. Por este motivo muchas personas quedaron expuestas a gran cantidad de radiación y en las primeras horas murieron 29 personas. Las consecuencias medioambientales fueron desastrosas, la radioactividad se propagó afectando a 5 millones de personas. La producción agraria y ganadera de la ciudad de Prípiat quedó arruinada y medio millón de personas se vieron afectadas directamente, no murieron pero desarrollaron distintas enfermedades como el cáncer y muchas mujeres tuvieron hijos con malformaciones.

A pesar de la poca información oficial la alarma cundió enseguida por toda Europa, al registrarse medidas muy  altas de radiación en 13 países. Por ejemplo en Alemania dos días después del accidente la radiación medida era del doble de lo habitual.                                                  

Una vez visto el alcance de la tragedia el gobierno inició un plan de emergencia. Cubrieron con una mezcla de materiales el núcleo del reactor para que dejara de propagarse la radiación y también cavaron un túnel por debajo del mismo y lo rellenaron de hormigón, para que éste no se hundiera. Finalmente se construyó una estructura para envolver al reactor y aislarlo del exterior denominada sarcófago que mantendría la radiación confinada durante 30 años. Posteriormente en 2016, pasados 30 años del accidente, ha sido necesario construir  un nuevo sarcófago que mantendrá la radiación en el interior otros 100 años más.

Las consecuencias del accidente aún duran hoy en día, 36 años después. Los efectos a largo plazo sobre la salud y el medioambiente son difíciles de cuantificar. Chernobyl es un lugar donde parece haberse detenido el tiempo...



                                            Ciudad fantasma de Prípiat

Autores: Amaia Carmona Cañadilla, Antonio López Carretero y Victoria Padilla Cuba (3º ESO A)

 

ENCUESTA SOBRE HÁBITOS DE LECTURA EN EL IES MAESTRE DE CALATRAVA

Por Smahan El Mekkioui, Sara Ferreras, Anabel Florea, Mario Peco, María Rubio y Laura Sanz ( 1ºBCT)

 

Bajo el objetivo fundamental del Plan de lectura del Centro de fomentar el hábito de lectura en nuestro instituto, se ha realizado una encuesta para indagar en los hábitos lectores del alumnado en nuestro centro. En la encuesta han participado un total  de 121 alumnos y alumnas de ESO y 1º Bachillerato.

 Este artículo  pretende analizar los resultados de las principales cuestiones planteadas; destacamos las siguientes:


1.   Tus actividades favoritas en tiempo libre:


 

Entre la mayoría de los estudiantes de nuestro centro, la actividad favorita es salir con amigos y escuchar música (con un 71,1% y un 60,3% respectivamente). En cambio, navegar por internet, con un 25,6%, y ver la televisión, con un 19,8%, son las menos realizados. En puestos intermedios se encuentran: jugar a videojuegos (45,5%), leer (31,4%) y hacer deporte (43,8%).

Si observamos la posición que ocupa la lectura entre las preferencias de nuestros jóvenes, ésta queda en un quinto puesto, por delante de ver la televisión y navegar por internet.

 

    2. ¿Por qué no se lee?



 

Al indagar en su interés por la lectura, La  mayoría de alumnos prefiere hacer otras actividades (43,8%); le siguen los que afirman no haber encontrado nada que se adapte a sus gustos (23%). A continuación, son pocos los que afirman que no le gusta lo que les piden leer en clase (17, 4%)  o los que no les gusta leer, con solo un 15% de los encuestados.

 

 3 .Porcentaje de alumnos lectores:

 


Casi  la  mitad del conjunto de los/las estudiantes afirman que les gusta leer algo, concretamente al 46,3% y el 22,3% declara que les gusta leer bastante. Frente a ellos, solo  al 21,5%  les gusta  leer muy poco o nada.

 

4.   Horas de lectura semanales:




Por obligación, la mayoría de los estudiantes del instituto (el 37,2%) leen alrededor de una hora a la semana mientras que el 34,7% de estudiantes no dedican nada de tiempo a la lectura. El 16,5% de estudiantes leen entre dos y cinco horas; el 9,1% de estudiantes leen entre seis y veinte horas; para finalizar, el 2,5% de estudiantes le dedica a la lectura más de veinte horas a la semana .

 

5.   Lecturas obligatorias realizadas:

 


De 121 alumnos, la mayoría,  un 56,2%, afirma que sí leen lo que los profesores piden, y un 33,9% sólo a veces. Lo que nos deja un 9,9% restante en el que los alumnos no leen lo que se pide en los colegios.

 

6.   Lecturas obligatorias recomendadas

 

A más de la mitad del alumnado (56,2%) no le gusta los libros que recomienda el profesorado;  al 25,6% les gusta lo que recomiendan los profesores.

 

7.   Número de libros en casa:

La mayoría de los alumnos de este instituto tienen en su casa de 1 a 5 libros (es decir, el 43,8%). El 32,2%, sin embargo, tienen de 6 a 20 libros en casa y el 15,7% posee más de 50. El resto, solo un 8,3% de este centro, son poseedores de 20 a 50 libros.

 

8.   Uso de las bibliotecas municipales:

 



 La mayoría de los/las alumnas del centro educativo IES Maestre de Calatrava curiosamente nunca ha usado las bibliotecas de su localidad (62,8). El 20,7% las usan una vez al mes y el resto las usa entre cada 3 y cada 6 meses.

 

9.   Lectura en formato digital:

 


En formato digital, los alumnos que suelen leer bastante forman parte del 11,6%; el 16,5% de los alumnos suele leer mucho en formato digital, mientras que el 37,2% de los mismos lee poco y el 34,7% de los alumnos no leen nada en formato digital.



10.                 Actividades de lectura:




 A más de la mitad de los estudiantes, con un 55,4%, les parece interesante participar en este tipo de actividades. Dejando así un 44,6% al que no le interesa.