El cobre es un elemento químico metálico con el símbolo Cu y el
número atómico 29 en la tabla periódica. Se caracteriza por su color rojizo y
su brillo metálico, y es conocido por ser uno de los mejores conductores de
electricidad.
Se encuentra en la
naturaleza en forma de minerales como la calcopirita, la covelita, la bornita y
la malaquita, entre otros. Se extrae principalmente a través de minería, con
importantes yacimientos en países como Chile, Perú, China y Estados Unidos.
El cobre tiene una amplia gama de aplicaciones debido a sus excelentes propiedades físicas y químicas. Se utiliza en la industria eléctrica para fabricar cables conductores, en la construcción para tuberías y sistemas de plomería, en la fabricación de componentes electrónicos, como en la creación de aleaciones para la industria aeroespacial y automotriz, y también en la producción de monedas y utensilios de cocina.
· Propiedades Físicas: Es un metal de alta conductividad eléctrica y térmica, lo que lo hace ideal para aplicaciones en la industria eléctrica y de calefacción. Tiene un punto de fusión de aproximadamente 1085°C y un punto de ebullición de 2562°C. Además, es maleable y dúctil, lo que significa que puede ser fácilmente moldeado en diferentes formas y estirado en alambres delgados sin romperse.
· Propiedades Químicas: El cobre es resistente a la corrosión en la mayoría de los entornos, lo que lo convierte en un material duradero para aplicaciones tanto en interiores como en exteriores. Sin embargo, puede reaccionar con ciertos ácidos y gases corrosivos, formando pátinas de color verde como el carbonato de cobre, que en realidad protegen al metal de una mayor corrosión.
El alto valor del cobre en el mercado de materias primas es una de las razones principales del incremento de estos robos. Es un material esencial en diversas industrias, desde la construcción hasta la electrónica, debido a sus propiedades de conductividad. Suelen robar este material pelando los cables de la luz o rebuscando entre objetos que lo contengan, más tarde lo venden al peso para sacarse un dinero.
El robo de este material en subestaciones eléctricas o postes de servicio eléctrico pueden causar serios accidentes y muertes, además también extensos apagones, incendios y explosiones que podrían afectan a personas inocentes. El mínimo daño que puede ocurrir es un apagón que afecta a miles de personas, pero el más grande es la muerte, así que no creo que valga la pena arriesgar tu vida.